Por fin se hace justicia al señor Stephen King en una serie. Normalmente, en cuanto veo: «serie o película basada en una novela Stephen King», apago la tele y corro a esconderme en el cuarto de baño. Y no porque tenga miedo de alguno de los siniestros personajes que puedan salir en ella, sino porque estoy casi seguro de que la creación televisiva va a ser un horror en sí misma (lo sé, hay excepciones como Carrie o El resplandor).
Aun así, también es verdad que el nombre de Stephen King tiene, para un servidor, una atracción especial que me viene de la época en la que devoraba sus novelas como si no hubiera un mañana.
Por esa misma época, conseguí ahorrar para realizar un viaje de casi un mes y medio por Nueva Inglaterra, pillando un autobús tras otro de la compañía Greyhound. La mayor parte del viaje se centró en el estado de Maine, y el motivo fue que la mayor parte de las novelas de terror que tan pillado me tenían, ocurrían en ese estado.
Recuerdo llamar al que sigue siendo mi socio, Dirty Lucini, nada más llegar a Portland, Maine, desde una cabina que estaba en la estación de autobuses. Recuerdo que le desperté porque en Madrid era de madrugada y que, cuando salió del sopor del sueño, nos estuvimos partiendo la caja como siempre hacemos cuando hablamos por teléfono. Recuerdo que la base de la lámpara de la mesita de noche del motel donde caí para dormir, era de cerámica y simulaba un montón de libros apilados. También recuerdo pasear por el Old Port que estaba petado de restaurantes y no comer langosta hervida, el plato típico que devoran los turistas, pero sí ponerme tibio de cervezas fresquitas.
Me sentía como dentro de una novela de Stephen King y esperaba cruzarme con él de un momento a otro, pero no sucedió.
The Outsider no transcurre en New England sino en Georgia, dos estados que no tienen nada que ver, como comprobé en otro viaje. Pero la atmósfera que ha creado Richard Price, guionista de la serie, de calma y camaradería pueblerina que se rompe por un asesinato impensable y que hace temblar los cimientos de una pequeña comunidad, es la misma.
Todas las líneas de personajes bien trazadas, actores en su sitio, buena dirección, música tensa, planos picados que aplastan a los personajes… no he leído la novela, pero la serie se sale.
10 episodios completan The Outsider, hasta la fecha se pueden ver 6 en un exasperante goteo de un episodio a la semana con el que tiene a bien martirizarnos HBO a los frikis de las series.
Bendita Netflix que cuelga todo de golpe y luego ya que uno se organice como quiera.