poe ballantine

Denver (Colorado) 1955

POE BALLANTINE (1955) ya ha echado el freno, pero se ha pasado más de 30 años en la carretera. Ha trabajado en cocinas, almacenes, bares y fábricas. Ha sido exterminador, camionero, jardinero, conserje y repartidor de pizzas (con un Magnum 357 oculto en la chaqueta). Un total de 80 empleos en 70 ciudades distintas. Su vida nómada lo ha llevado a conocer la parte más vulnerable de la cultura estadounidense. Un paisaje de locura, sueños rotos, drogadicción, alcoholismo, prostitución y autobuses Greyhound. Se ha pasado años mirando techos de moteles y emborrachándose en bares de clase obrera, acostándose con mujeres que hubiera sido mejor evitar y mandando artículos a revistas. Un día, en Iowa, harto de soñar y malvivir en cuartuchos, decidió que no quería seguir viviendo. Pero ¿dónde quería morir? Para averiguarlo, pidió prestado un coche y puso rumbo al oeste. Así acabó dando con Chadron, Nebraska (población: 5.800), adonde regresaría siete años más tarde para instalarse definitivamente con su mujer, Cristina, a la que conoció en México. Hoy, en las giras promocionales, nadie sale de su asombro. ¿Por qué Nebraska? Él ya no argumenta lo del aire fresco, los cielos inmensos, el alquiler barato y la gente amigable, ahora espanta a los curiosos: «Tenemos matojos rodantes, serpientes de cascabel, tornados, bolas de granizo como pelotas de béisbol, indios salvajes, legiones de paletos, vaqueros lacónicos, inviernos crudos, veranos insoportables y ventarrones constantes, aparte, el centro comercial más cercano queda a una hora y 36 minutos». En cuanto pudo, adquirió una casa modesta frente a las vías del tren por 33.000 dólares y, al poco de instalarse, su obra empezó, por fin, a publicarse (hasta el momento, tres novelas y cuatro libros de ensayo). Le han ofrecido impartir talleres de escritura, pero siempre se ha negado, porque lo primero que les diría a los alumnos sería: «No tiréis el dinero. Salid al mundo. Aceptad trabajos de mierda, viajad, conoced gente, bebed en bares jodidos, haceos pasar por musulmanes, tiraos pedos en la iglesia episcopal, cavad tumbas, perseguid bisontes en leotardos». Todo eso es más importante que leer novelas victorianas o escribir ensayos sobre Beowulf. «Shakespeare nunca escribió un ensayo sobre Beowulf


Dios nos golpea a todos - Poe Ballantine
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