Uno no se ha dedicado siempre a esto de publicar libros con Dirty Works.
La verdad es que, a lo largo de mi vida, he tenido un montón de trabajos de lo más dispares: camarero de garito, obrero de la construcción, monitor de tenis, mozo de almacén, realizador de programas de telebasura, director del documental Amerikanuak…
También tuve una tienda de joyería y artesanía de los indios de las tribus del Suroeste Norteamericano. Viajar hasta las reservas de los indios y tratar con ellos era la parte buena, estar en la tienda era un auténtico coñazo. Como los anteriores curros, lo acabé dejando.
Pero una cosa que recuerdo de cuando tenía la tienda en la Plaza del Sol de Barcelona, era que, cada 17 de mayo, aparecían desde buena mañana un montón de chicos y chicas rubios, altos, guapos y recién planchados, colgaban en los árboles de la plaza banderitas de Noruega, se sentaban en la terraza del bar que había al lado de la tienda y se ponían a beber como si no hubiera mañana.
Traían la comida típica de su país de origen, así que los camareros del bar solo tenían que preocuparse de que no faltara cerveza.
A media tarde, todos ya bien cocidos, empezaban con los juegos, muchos de ellos clásicos de cuando un servidor era pequeño: el pañuelo, carreras de sacos, carreras con una cuchara en la boca intentando que no se cayera el huevo que iba sobre la parte cóncava…
No teniendo otra cosa mejor que hacer, yo los observaba desde la puerta de la tienda y recuerdo que me decía: estas gentes de la Europa pudiente, tienen que tener su lado oscuro, no me jodas, no puede ser que todo sean risas, jueguecitos de chiquillos, felicidad y cerveza.
¿Y por qué cojones están todos tan morenos en el mes de mayo?
Pasados mucho años desde aquello, gracias a la serie Exit, he obtenido la respuesta.
Exit, basada en los testimonios reales de cuatro neoliberales de éxito del país noruego, es un desfase bueno, bueno. Farlopa, putas de lujo, vinos caros, cochazos y unos rollos psicológicos bien chungos.
8 capítulos de 30 minutos para descubrir que los noruegos no son solo lagos, casitas de colores e idílicos bosques nevados.
¡La nieve también se la meten por la nariz como todo hijo de vecino!
De los actores y el creador de Exit, poco que comentar, están que se salen y no conozco a ninguno.
Exit se puede ver en Filmin y yo, como vuestro abogado, os recomiendo que no os la perdáis ni de coña.