Me ha costado decidirme a ver Severance, lo tengo que reconocer. Que una de las premisas con las que se promociona la serie sea que está dirigida por Ben Stiller, no me decía nada.
También que en el tráiler y en las fotos que había visto por ahí todo fuera tan blanco y de aspecto modernete, no me decía nada.
Pero, al final, me alegro de que me haya picado la curiosidad, porque la serie está de lujo.
La cosa va, a grandes rasgos, de una peña que trabaja en una empresa en la que al entrar a currar, se te activa un chip que te han instalado en el cerebro y no te acuerdas de quién eres cuando te pones delante de la mesa de tu despacho.
Y a la inversa cuando sales del curro.
Con esta premisa, el creador de Severance, Dan Erickson, del que en mi vida había oído hablar, se monta un rollo de crítica a las grandes corporaciones y de cómo el capitalismo exprime a la gente y la trata como a meros números.
Sin darte la chapa con ello y sin caer en los topicazos que todos ya conocemos.
Un servidor nunca ha sido mucho de entrar a fichar y trabajar para otra peña.
Sí que he pasado por ello, porque uno ya peina canas y ha tenido un montón de trabajos hasta encontrar Dirty Works.
He sido mozo de almacén, peón de la construcción, he trabajado en el servicio de limpieza de unas piscinas, de realizador de televisión en un programa de mierda de esos con concursantes y en otro de debates también de mierda, monitor de tenis en una escuela donde los chiquillos soñaban con llegar algún día a ser profesionales del deporte sabiendo que no lo conseguirían jamás, de camarero en un bar de copas… En ninguno de los curros duraba más de un par de años, porque nunca he llevado muy bien que me digan lo que tengo que hacer y cómo lo tengo que hacer.
Es lo que hay, no es ni bueno ni malo, entiendo que cada uno se gane el pan como pueda y yo no soy nadie para decirle a la gente cómo hacer para lidiar con las manías que tenemos los humanos de comer cada día y tener un techo bajo el que cobijarnos.
Severance se puede ver en Apple TV+ y consta de 9 episodios. Han renovado para una segunda temporada, así que bien.
Salen actorazos como Christopher Walken, John Turturro y Patricia Arquette, así que no se hable más.
Después de alguno de los grandes papeos que se mete uno para el cuerpo durante estas fechas tan señaladas, os recomiendo acoplaros en el sofá, pillar el mando y darle caña a Severance que os va a molar.
Y a ver si se acaba de una vez este 2022, que menudo año raruno hemos tenido.