Por fin HBO vuelve a producir un poquito como en los orígenes.
Eso sí, sin dejar de lado su estilo goteo de un episodio a la semana que tanto me desespera.
Después de esperar un mes y medio, he podido verme del tirón La ciudad es nuestra del bueno de David Simon.
A los que pensábamos que ya no veríamos nada parecido al nivel de The wire, se nos puede calificar de hombres de poca fe, lo reconozco.
Baltimore, la ciudad a la que nadie ha ido ni se le ha pasado por la cabeza ir, ni tan siquiera para ver a los Baltimore Ravens, equipo de la NHL en el que ha jugado el español Alejandro Villanueva su última temporada antes de anunciar su retirada.
La ciudad es nuestra, 6 episodios de pura dinamita.
Drogas que no falten, brutalidad policial y corrupción, no, lo siguiente, clubs de striptease y demás lindezas... vamos que no falta de ná.
La serie está basada en un libro de Justin Fenton, periodista que curró con David Simon en The Baltimore Sun y que, en su momento, cubrió la noticia de lo que pasaba en Baltimore con la Brigada de armas de la policía de la ciudad.
La ciudad es nuestra está basada en hechos reales, y aunque esta etiqueta no es siempre sinónimo de calidad, sí lo es en este caso.
Así que nada, a encerrarse en casa con aire acondicionado, el que lo tenga, y cerveza fresquita, y a no pisar la calle, por lo que pueda pasar.
Con La ciudad es nuestra ya tienes excusa para pasar desapercibido estos días de sofoco.